Judith Scott, conocida como la mujer araña, es una artista que envuelve los objetos que atrapa con sus tentáculos, con lana, hilos y telas para desenmascarar sus más profundos sentimientos.
Judith Scott es una mujer que ha estado condenada al silencio relacional durante 36 años y que ha encontrado su vía adecuada, a través del cual interrelacionar. Medicada y no escuchada, ingresada en un centro psiquiátrico donde sus ojos y sus manos percibían la realidad de la manera más adaptativa posible, pasa a ser una artista reconocida y valorada en los círculos de arte más reconocidos como artista outsider. Galerías y Museos prestigiosos se hacen con obras suyas haciéndose público así su talento.
Judith Scott es una persona que realiza de forma meticulosa, obsesiva y compulsiva unas esculturas a través de las cuales abre un canal de emociones y mensajes, que se me antojan, están dirigidas a ella misma y que las leemos los demás.
Judith Scott ha elegido su manera de expresar su punto de vista sobre la vida, sobre las cosas que le rodea, sobre sus emociones creando esculturas cada vez más grandes, más sólidas, más enteras, más profundas.
Quienes la conocen dicen que su propia estima ha ido evolucionando y fortaleciéndose en base a la aceptación de ser una ARTISTA: persona con capacidad de producir arte. Su manera de vestir y su sentido estético reflejan a una mujer activa, excentrica y con una percepción aguda de los detalles. La certeza con la que corta cada hilo, la seguridad con la que anuda cada tela en el lugar adecuado, subrayan la contundencia de su mensaje.
Judith Scott es el icono que muestra que una artista no está sujeta a tener 23 pares de cromosomas perfectos, o tener unos conocimientos grandiosos del arte ..... la fuerza con la que termina sus obras ha cautivado a los "grandes conoceros" y ellos aprecian el arte por encima del autor/a.
Judith Scott es una artista que entre mil matices de su personalidad y creación, también hay que decir, porque no, es Sindrome Down.
Amaia Lasa Arteaga
Grupo 3. Sindrome Down.
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